LA SILLA SOLITARIA


La silla se movió
Solo ella, sabe de las esperanzas furtivas
De los que marcharon cansados de luchar
Habidos por aferrarse al vivir.

La silla quedó triste en aquel rincón
El de la casa vieja rodeada de jardines
Donde el amor, se mezclaba con las flores del campo
Tras de los vidrios que cubrían la ventana.
La luz aún proviene, del campo que tierno espera
Las pisadas de aquellos que no volverán
Durmiéndose tras del asiento
Que se adormita solo con la luz del sol.


La silla, ha buscado otro rincón
Para que aquel armazón que circunda el cuarto que triste solloza
No llore cuando amanezca
Porque ya no hay quien entibie sus maderos.
Cuanto sabe su entorno de la tristeza y alegría
Mientras la silla luce vacía pero llena de recuerdos
Ante la ausencia de aquellos compañeros
Que en cada atardecer, enfocaban la mirada en el infinito.


La silla, rauda se movió
Se fue a cualquier rincón para no recordar
La firmeza del cielo rodeado de estrellas
Tras de los luceros que se escapaban del firmamento.
Ahora siente miedo del lucero que se despliega
Porque los cantos llegan solos y el silbido se escabulle
Ya no están quienes con su voz contribuyen
A los cánticos que atraían a los pájaros celestiales.


La silla se movió
El cielo azul se ha enmudecido
Ya no están quienes nunca tuvieron miedo al olvido
En cada rincón de la casa tuya y del celo mío.


Carlos Fidel Borjas Díaz
Derechos reservados. Lima Abril 02 del 2015.

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